En 1995, los astrónomos suizos Michel Mayor y Didier Queloz anunciaron el descubrimiento de un planeta en la estrella 51Pegasi, que se encuentran a 50 años luz de la Tierra. Fue la primera evidencia de que hay planetas fuera del Sistema Solar, lo que hoy se conocen exoplanetas o planetas extrasolares.

No fue un descubrimiento casual, hacía tiempo que se los buscaba. Al descubrimiento lo hicieron usando un telescopio el Observatorio de Haute-Provence en Francia. Lo que obtuvieron son espectros. Estas imágenes se podrían imaginar como un código de barras que es diferente para cada estrella. Hicieron observaciones durante un período largo de tiempo y descubrieron que las “barras” se desplazaban hacia la izquierda y hacia la derecha, periódicamente. Esto indicaba que, vista desde la Tierra, la estrella se alejaba y acercaba. Con esto concluyeron que la estrella tenía un compañero que gira alrededor de ella que debía ser un objeto pequeño cercano a la estrella. Hoy se sabe que ese es uno de los exoplanetas más grandes descubiertos. En ese momento en Suiza eran 3 investigadores trabajando en el tema y en el mundo no era más de 50 y les resultaba difícil conseguir tiempo de observación en los telescopios.

Este descubrimiento llevó a que se dedique mucho tiempo de telescopios terrestres y espaciales a buscar planetas extrasolares, que se instalen telescopios y que se desarrollen instrumentos más precisos solo para buscarlos. Creció la cantidad de astrónomos que se dedicó a la búsqueda de exoplanetas, a estudiar las estrellas que los albergan y las que se están formando y pueden tener planetas. Se inició una nueva área en la investigación astrofísica.

Cuando se realizó el descubrimiento Michel Mayor era un reconocido astrónomo con más de 200 trabajos publicados. Junto a su equipo, en 2007 descubrió el primer planeta en la zona de habitabilidad (la zona de habitabilidad es la región en donde se dan las condiciones para la vida) y en 2009 descubrieron el planeta más pequeño que se conoce.

Didier Queloz era un estudiante de doctorado iniciando su carrera científica cuando descubrieron el exoplaneta y su director de tesis era Mayor. Estaba solo en el Observatorio de Haute-Provence, en una noche de invierno, midiendo imágenes para perfeccionarse en el procesamiento de las mismas. Probablemente no podía observar por cuestiones climáticas, por eso estaba trabajando con imágenes. Según contó en una entrevista, estaba muy emocionado por el descubrimiento y a la vez, no se animaba a informarlo ni a Mayor porque temía haber cometido algún error en el procesamiento de las imágenes. Cuando junto a Mayor confirmaron el resultado se fueron con sus familias al sur de Francia festejar. Recién, cuando regresaron a Suiza, comenzaron a escribir el trabajo que sería presentado en un congreso en Italia.

Presentar un trabajo con semejante resultado era muy difícil por la repercusión en la comunidad astronómica. De hecho, algunos asistentes manifestaron su interés en el tema y otros eran escépticos respecto al resultado. Ese mismo año se publico el trabajo en una de las revistas científicas más importantes. Hasta el presente tuvo más de 3.000 citas. Hay que aclarar que las citas son de trabajos de otros astrónomos que usan los resultados y es un número enorme.

Mayor y Queloz recibieron gran cantidad de premios tanto en conjunto, como individualmente. En 2019 recibieron el Premio Nobel por el descubrimiento del primer exoplaneta, que fue compartido con James Peebles un cosmólogo de la Universidad de Princeton. Los dos siguen trabajando en el tema y sin dudas deben sentirse orgullosos del aporte que hicieron a la astronomía.